17 de diciembre de 2010

LEYENDA

Hace muchos años, a las afueras de Zaragoza,  vivía una familia en una iglesia abandonada, la familia Díaz, que tenía cinco miembros: el padre, la madre y tres hijos, dos niñas mayores, y el más pequeño, un niño de 8 años.
El niño se llamaba Gabriel, y cada noche subía a lo alto de la torre de la iglesia, desde donde se podía ver el cementerio del pueblo.
Gabriel se entretenía viendo a los familiares visitando las tumbas y nichos, peros siempre, se fijaba en un hombre mayor de aspecto desaliñado, deambulando por el cementerio.
Una noche le extrañó no verle, y como era tan intrigado decidió bajar de la torre e ir en su busca.
Anduvo de aquí para allí, pero no había ni un rastro del hombre, cansado
Ya de buscar, Gabriel se sentó en una pequeña piedra junto a una tumba. Pero en la oscuridad de la noche había algo que le deslumbró, se acercó y cogió del suelo una medalla en la que se podía leer: te quiere, tu abuelo Antonio.
Aquella medalla, era su medalla, la medalla que nunca se quitaba, a misma que le regaló su abuelo antes de morir. Cuando alzó la vista vio inscrito en la tumba: Gabriel Díaz     D.E.P.
La leyenda cuenta que el fantasma de Gabriel vaga por la torre de la iglesia.

1 comentario:

  1. Muy chula, pero revisa las comas y los puntos con el archivo de Errores más frecuentes.

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